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Adnan – Un Apóstata Del Islam Dispuesto A Morir Por Cristo

Adnan nos ofrece el ejemplo perfecto de ver lo difícil que puede ser la vida para una persona que abandona el Islam y en su lugar acepta a Cristo como su Salvador. En la actualidad Adnan se enfrenta a muchos problemas y obstáculos diarios; Sin embargo, a pesar de esto, sigue orgulloso de su decisión de entregar su vida a Cristo. Ni todas las amenazas del mundo ni el daño físico podrían acabar con su pasión por Cristo. Adnan confía en que si el Señor lo ha elegido, entonces es para un propósito y él lo protegerá e impedirá que vaya hacia el camino del demonio.

Según la ley islámica Sharia la conversión de un musulmán de la fe islámica al cristianismo se considera un crimen imperdonable. Se considera apostasía y en consecuencia se castiga con la muerte. Pakistán como estado tiene una clara confusión con respecto a estas leyes. Por un lado, su constitución democrática permite la libertad religiosa a todos los ciudadanos paquistaníes y por otro lado, la existencia de la ley islámica Sharia priva a los musulmanes de la libertad de pensar, dudar, cuestionar, expresar opiniones o elegir en qué creer. Un musulmán siempre permanecerá musulmán, de buena o mala gana, e incluso si es necesario «por medio de la fuerza».

Abandonar el Islam en la República Islámica de Pakistán equivale a hacerle una invitación a la muerte. Cuando Adnan decidió dedicar el resto de su vida a Jesucristo sin pensar en las consecuencias estaba haciendo esta invitación. Adnan no sólo se enfrentó a la persecución por parte de la sociedad y las autoridades paquistaníes, sino también de su propia familia.

Adnan tuvo que huir de Pakistán junto con su esposa para salvar sus vidas y practicar libremente su fe cristiana. Ambos están viviendo una difícil e infeliz situación como solicitantes de asilo en Tailandia. Las autoridades tailandesas consideran a la pareja como inmigrantes ilegales, y el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados en Bangkok es reacio a reasentarlos a una nación alternativa más segura.

Jesús nunca proclamó que seguirlo sería fácil ni nos aseguró que como sus discípulos se nos garantizaba una vida cómoda. Sin embargo, él garantizó una cosa: el discípulo que se mantiene firme hasta el final será salvo y recibirá la gloriosa corona de la vida. Adnan cree en la promesa de su Señor, y está listo para afrontar cualquier desafío que surja mientras le sirva. 

Por favor, poneos en contacto con nosotros si vuestro corazón clama por vuestro hermano en Cristo, él que ha puesto toda su vida en juego por el amor de su Salvador. La familia de Adnan necesita vuestro apoyo para sobrevivir en Tailandia y para permitirles trasladarse a una nación más segura donde puedan vivir una vida cristiana completa con derechos, respeto y dignidad. Que dios os bendiga a todos.