Hoy en día hay tantas historias como las que estamos a punto de contaros, historias de persecución, temor y desgracia, todas provocadas por el odio religioso hacia los cristianos de Pakistán. Es tiempo de ayudar a los pobres cristianos que sufren en manos de una sociedad intolerante.
La historia de Shani es triste, y está lejos de acabar. Nació en Pakistán en una familia musulmana y de joven realizo el trabajo de policía. Su trabajo era estable y respetado; tenía altas expectativas para su futuro y una vida llena de oportunidades. Sin embargo, cuando dio a conocer su pasión por el cristianismo, la comunidad en la que había crecido se volvió contra él.
La dedicación de Shani a la fe cristiana fue firme y su conversión aseguró su camino hacia la gloria de Dios. Sin embargo, este camino también lo llevó a la persecución, ya que ni su familia ni la comunidad islámica de Pakistán podrían aceptar su entusiasmo cristiano.
Como resultado de la campaña de odio en curso, Shani se vio obligado a huir de Pakistán, su país de origen, junto con su esposa Anita. Anita ya era cristiana y compartía sus creencias con él. La pareja buscó refugio en Tailandia, la opción más segura a la que huir para ellos en ese momento. Una vez en Tailandia se convirtieron en solicitantes de asilo y han pasado los últimos 3 arduos años sufriendo allí, al igual que muchos otros refugiados cristianos lo han hecho. Shani, Anita y sus dos hijas nacidas en Tailandia viven bajo el temor, con un oscuro e infeliz futuro. Ellos no han hecho nada para merecer esto, solamente amar a Cristo.
Shani está dividido en dos. Por un lado, ha tenido que sufrir un durísimo castigo aceptando a Cristo como su Salvador y rechazando el Islam. Ha tenido que huir de su propio país con su joven familia. Sin embargo, por otro lado, Shani disfruta de la tranquilidad de saber que se ha garantizado la vida eterna dedicándose al amor del Señor y tomando el camino recto.
Shani está siendo castigado por el simple hecho de ser un cristiano bueno y fiel. Esto no está bien. Os pedimos, hermanos y hermanas en Cristo, que ayudéis a personas como Shani. Con vuestro apoyo su familia será capaz de comer adecuadamente de nuevo, sus hijos podrán obtener una buena educación, y tendrán acceso a una atención médica adecuada. Podrán con vuestra ayuda tener la oportunidad de una nueva vida en una nación más segura, donde puedan practicar libremente su fe. Una pequeña contribución puede marcar la diferencia. Por favor, ponéos en contacto con nosotros a través de nuestro sitio web. Gracias. Que dios os bendiga a todos. Amén